Si el desamor enferma, el amor protege y favorece el desarrollo. A esta conclusión llegaron los investigadores de un estudio
publicado en enero de 2012 (Luby, J. L. et al., 2012) de la Universidad de
Washington Escuela de Medicina
de San Louis (EEUU), que ha
mostrado el efecto del amor maternal sobre el cerebro en forma de imágenes,
provocando cambios anatómicos. Esta investigación, realizada por un equipo de
psiquiatras infantiles y neurocientíficos, es la primera que evidencia los
cambios en el hipocampo en los niños en función del modelo de relaciones
parentales. El hipocampo es una estructura cerebral esencial en el aprendizaje,
la memoria y la respuesta emocional ante el estrés. Se analizaron los modelos
de relación madre e hijo tras someterlos a una situación de estrés. Se
realizaron escáneres a los niños, que se repitieron 4 años después. Las
imágenes revelaron que los cerebros de aquéllos que habían tenido una
interacción positiva, cuyas madres eran pacientes y mostraban manifestaciones de afecto
frecuentes y explícitas, presentaban un aumento del hipocampo de un 10% respecto
a los que tenían poco contacto con sus madres o una relación menos afectuosa.
Un estilo de crianza basado en el cariño parece, a la luz de las
investigaciones mostradas en este trabajo, favorecer el desarrollo emocional,
cognitivo y cerebral en la infancia. El amor como modulador de los cambios anatómicos cerebrales...
http://www.pnas.org/content/109/8/2854
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